viernes, 27 de febrero de 2015

El voleibol sentado

El voleibol sentado es una variante del voleibol tradicional, como lo es el vóley playa o el bossaball. Sin embargo, esta variante está especialmente adaptada para ser jugado por deportistas discapacitados. La disciplina está organizada mundialmente por la World Organization Volleiball Disabled.
¿Como se formó?
El voleibol sentado se creó a raíz de la gran necesidad de hacer deporte de personas discapacitadas, especialmente tras la II Guerra Mundial que ocasionó que muchas personas, en la Europa Central y Oriental, quedaran gravemente heridas. Para ellos trabajó duramente un doctor judío, Sir Ludwing Guttman, quien empezó a introducir deportes adaptados para personas con discapacidades físicas a fin de ayudarles a evolucionar y rehabilitarse. En ese momento, sobre los años 50 del siglo XX, surgió esta variante del voleibol.
Inicio y evolución de su historia
En 1957 se sitúa la primera competición conocida del voleibol sentado. Se compitió en Holanda. Se comenzaron a adaptar la altura de la red, que originalmente se coloca a más de dos metros de altura, y se adaptó la dimensión de la cancha.
En la década de los 70, del siglo XX, se disputaron las primeras competiciones internacionales oficiales. En 1978 se aceptó el voleibol sentado como deporte para minusválidos por la Federación Internacional de Deportes para Minusválidos (ISOD).
En la década de los 80, el voleibol sentado se convirtió en deporte paralímpico oficial, debutando en los Juegos Paralímpicos de Amhem, de 1980.
Actualmente es uno de los deportes más practicados por los deportistas minusválidos, y se ha convertido en uno de los platos principales de las últimas ediciones de las Paraolimpiadas, siendo el evento en el que más espectadores acuden. El juego es muy espectacular y meritorio.
Aspectos adaptados
El voleibol sentado, al ser un deporte destinado a ser practicado por personas con minusvalía, ha tenido que adaptar diversos aspectos del voleibol tradicional a fin de poder ser disputado desde el suelo, es decir, sentado.
Por ello, la altura de la red, que en el voleibol tradicional acostumbra a ser de más de 2 metros de altura, en el voleibol adaptado es de poco más de 1 metro de altura, descendiendo poco más de un metro la altura de la red con la que se disputa las competiciones oficiales de voleibol. Las dimensiones de la red son de 0,80 metros de ancho por 7 metros de largo.
La dimensión de la cancha también ha tenido que ser adaptado a las necesidades de los deportistas minusválidos. En voleibol, las dimensiones de una cancha suelen ser de 18 metros de largo por 9 de ancho. Sin embargo, en voleibol sentado, éstas dimensiones se quedan en poco menos de la mitad, siendo de 10 metros de largo por 6 de ancho. De esta manera, cada parte del campo, que será dividido por la red, como es habitual en el voleibol, tendrá unas dimensiones de seis por cinco metros. Las canchas tendrán una zona libre con 3 metros por cada lado.
Además, la línea de ataque se sitúa a 2 metros de la red.
Otras particularidades
Los jugadores que disputan partidos en voleibol desde el suelo, deberán tener la pelvis completamente enganchada al suelo de la cancha, y sin poder elevarse del suelo, por lo que se les deberá pitar falta.
Estos jugadores deberán desplazarse por la cancha utilizando las manos, por lo cual se complica el golpeo del balón respecto al voleibol tradicional.
El voleibol sentado se considera uno de los deportes mejor formados y adaptados para su práctica como deporte destinado a las personas con discapacidades o minusvalías.
Las personas que quieran iniciarse en este deporte deben tener en cuenta varios aspectos. En primer lugar, se debe tener un gran dominio de las manos. Pues serán el único instrumento para mover el cuerpo por la cancha y para golpear el balón. Por otro lado, también se debe tener un gran dominio y una gran técnica a la hora de golpear el balón. Al igual que ocurre en el voleibol tradicional, la rapidez mental es esencial para trazar jugadas que sorprendan al contrario.
Es por todas esas cosas por las que la disciplina deportiva se considera tan completa.

Mi deporte

viernes, 16 de enero de 2015

Opinión personal

Dicen que es un deporte en el que no te cansas, y es totalmente mentira. Y es todo lo contrario, tienes que estar continuamente en tensión y no paras de moverte, no serán movimientos largos como lo son las carreras que se pegan los futbolistas, pero tienen que ser rápidos, y especialmente no puedes parar de moverte. En definitiva, los que piensan eso es porque, seguramente no juegan en un equipo, aunque aun así no entiendo algunas opiniones.

Hay personas que piensan que es aburrido y respeto totalmente sus opiniones puesto a mi no me empezó a gustar hasta que empece a saber más sobre el deporte y empecé a apreciar lo que conlleva jugar, y el saber jugar, quiero decir haciendo los tres toques, bloqueando, remantando.. Vamos, que empezar quizás sea mas difícil que empezar a jugar en otros deportes, pero una vez aprendido lo básico ya te resulta muy entretenido,y el verlo emocionante.
El voleibol es un deporte muy completo, hay que tener buena forma física, un buen reflejo y tienes que usar mucho la cabeza, más aún si eres colocador que es el jugador más importante en un equipo, llamado de otra manera el organizador en un partido muy a pesar de que haya capitán.
Pero el voley también tiene cosas malas, como todos los deportes, sus pros y sus contras, no te intentes dedicar a ser profesional en este deporte, menos si eres chica, al no ser que seas una crack, porque ganaras poco. Hay equipos que ni siquiera pueden subir de categoría porque no tienen dinero o que se tienen que retirar en medio de una liga por ese mismo motivo independientemente de que tienes que conseguir entrar en esa liga, ya suponiendo que hayan jugadores buenos. Es una pena que esto pase.

Lo dicho, a ver si apreciamos mas el voleibol y si la televisión emitiera mas partidos o hablara un poquito de este deporte tan maravilloso, ayudaria un poquito, al menos para que los que no son habituales del voley supieran que existe este deporte porque hay quienes ni saben de qué va, ni que conlleva jugar.